Compasiòn antes que informaciòn
Palabras Para Vivir
22 Mayo 2018
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Compasión antes que información por Charles R. Swindoll
Isaías 53:3-4
Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción; y como uno de quién los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos. Ciertamente llevó nuestras enfermedades y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido. —Isaías 53:3-4
Era uno de esos elogios ambiguos. Provino de un hombre que me había escuchado hablar en varias sesiones de una conferencia. Al final de la semana, él y yo nos tomamos un café juntos. Allí me dijo lo siguiente: «No le entiendo pastor Swindoll. Aunque usted es un firme creyente en la Biblia, también se divierte. Hasta he notado que tiene algo de compasión».
Esa última frase me hizo pensar. Él se refirió a la «compasión» como si no debiese estar allí. Algo así como si una persona que estuviera comprometida con la verdad de la Escritura no debiera preocuparse por las necesidades de las personas. Una actitud que indica que no debemos hacerle caso a lo que sucede a las personas: desánimo, sufrimientos, enfermedades y dolor ya que son solo problemas temporales. Es como si nuestro único trabajo es presentar el Evangelio y no o poner atención al dolor o los problemas de la gente; solo predicar la verdad.
Sea honesto. ¿No es cierto, que esto es común en muchos de los cristianos en la actualidad? ¿No es cierto que las personas entre más conservadoras son menos compasivas?
Quisiera saber cuándo nos alejamos del modelo bíblico. ¿Cuándo comenzamos a ignorar el cuidado que Cristo tiene por los necesitados? ¿Cuándo optamos por darle más énfasis a la proclamación y menos a la compasión? Para citar un familiar axioma: «A otros no les importa cuánto sabemos hasta que ellos sepan cuánto nos importan».
Coloquemos la compasión junto con la información. Necesitamos ambas cosas pero en el orden adecuado.
Permitamos que la compasión genere hambre por la verdad. Eso nos hará estar en buena compañía. Esto fue exactamente lo que Jesús hizo por usted, por mí y por muchos otros pecadores que merecíamos y esperábamos la condenación pero en su lugar obtuvimos compasión.
Adaptado de el libro por Charles R. Swindoll, Responde a Mi Clamor (Worthy Latino, Una división de Worthy Media, Inc., Brentwood, TN, 2014). Copyright © 2018 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.